Escuela Normal Superior "Abraham Lincoln"

  Unidad Académica


  I.S.F.D. y T. Nro. 134 Juan Emilio Casani



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14 de Julio 19 HS. presentación del libro"De amores, de odio, de perdón"



La autora y ex alumna de la ENAL Karina Gorostiague presentó su libro en la biblioteca de la Escuela Normal, entregó ejemplares y recordó los pasos por su amada escuela

"Elegí vivir y no pasar por la vida"

"Estoy en mi casa". Así definió, Karina Gorostiague, a la escuela Normal Abraham Lincoln. Con una biblioteca colmada de familiares, amigos, alumnos y autoridades, presentó su libro "De amores, de odio, de perdón". En esta autobiografía, la abogada linqueña refleja su vida y cómo la tragedia -que la golpeó en dos momentos  importantísimos- no la venció. No se dejó ganar jamás por el odio. Supo perdonar y resalta constantemente el amor que recibió de la gente de esta ciudad.
- ¿Por qué este libro?
- Fueron casualidades o causalidades. Era un sueño que tenía. Son esas cosas que pensás que nunca las vas hacer. No sé de literatura ni soy escritora; pero este año escribí durante un mes y fue un placer. Lo descubrí ahora (enfatiza)  de grande y me fascinó. Es un libro que lo escribí en primera persona.
- Sos la protagonista...
- Sí. Cuenta mi historia pero también quiero dejar un mensaje. Transmitir y agradecer a todos, a la ciudad de Lincoln, que me contuvo. Quiero dejarles un mensaje a los jóvenes, a los adolescentes que a veces están un poquito perdidos y creen que se les acaba el mundo. Porque todos los que hemos pasado por cosas difíciles -no fui la única- tenemos nuestra historia. ¿Cómo pasamos esta adversidad (se pregunta e inmediatamente responde)? Con amor superás esas cosas. La familia, los amigos, la comunidad de Lincoln,  esta escuela... Aquí hice mis amigos desde Jardín de infantes hasta el quinto año, por eso me siento como en mi casa. El director Fabián Escudeiro es un  gran amigo, y él me brindó la posibilidad de presentarlo acá. Y me siento tan bien en Lincoln que es como un agradecimiento, compartir esto con ellos, porque todos tienen algo que ver con lo que soy ahora.
- ¿El título surgió antes, durante o después de escribir esta obra?
- Durante.
- ¿En qué capítulo encontrás el nombre del libro?
- En el segundo, aunque en realidad ya tenía todo el libro en la cabeza. No sabía cómo lo iba a desarrollar pero un amigo me ayudó -Lisandro Meinet, que vive en Villa Gessell-.
- ¿Qué expresás en este trabajo?
- Estoy hablando de los tres sentimientos: amor, odio y perdón. Todos en algún momento los hemos vivido. Aprendí a perdonar, y para eso se necesita mucho amor, para no vivir con odio ni con resentimiento...
El libro tiene la idea de transmitir el sentido de la vida, de la elección, de elegir vivir y no  pasar por la vida.
- Agradecés mucho a la escuela. ¿Lo que te pasó fue durante tu paso por acá? ¿Cuánto tiene que ver en la contención después de lo vivido?
- Muchísimo. Muchísimo. Pasé momentos difíciles. A los cuatro años pierdo a mi padre -eso está plasmado en el libro-; estaba en el jardín de infantes y esa noche la pasé en la casa de una compañerita. De hecho la tapa del libro es de esa etapa. Luego, a los 13 años otra tragedia, donde pierdo a mi hermano. Mi hermano fallece en febrero y en marzo empezaba la secundaria. Imaginate la contención de profesores, que hoy están acá y me da piel de gallina que hagas recordar, a mi compañeros, a mis amigos, que son todos de acá. Me fui a la facultad y seguimos siendo amigos, nos reunimos todavía y hoy somos padres y nuestros hijos son compañeros de la escuela y seguimos siendo amigos.
La escuela me brindó todo. No sólo me sentí orgullosa de haber ido a la facultad y no sentir ninguna diferencia con los alumnos del Carlos Pellegrini, sino también que además encontré y conocí a la gente más linda de acá.
- Sobreviviste a cosas muy duras, ¿de dónde salieron las fuerzas todo este tiempo: de la religión, de la vida, la escuela, ayuda profesional?
- Primero se necesita mucho tiempo. Hay que transitarlo. Los sentimientos fueron cambiando con el tiempo para llegar a la paz que tengo hoy a los 43 años.
Pensé en que me iba a sentir rara en mi escuela hablando del amor. El amor de la familia, de los amigos. Fui una persona muy querida, muy amada, tanto por los compañeros como por gente desconocida de Lincoln. Fabián (Escudeiro, actual director de la escuela) le decía a mi mamá: "¡Quédese tranquila que yo la voy a buscar a la salida del cumpleaños de quince!". Así ocupó el lugar de mi hermano del que era muy amigo (rememora).
El amor es la única manera -en una familia- de salir adelante de cualquier traspié o problema. Por más que yo tenga fe no soy de ir a la iglesia, ni todos los días ni todos los domingos, tengo fe, lo tengo a Dios adentro. Creo en la vida, en el amor de la familia, de la amistad que tan poco se habla.
Me dicen que es un libro valiente. Porque nos han enseñado tanto a ocultar sentimientos que cuando alguien viene y pone el alma decimos ¡guau! (y ayuda con sus manos a graficar una expresión de asombro).
Yo soy una más. A todos nos pasan cosas. Nada más que hoy me encuentro comunicándolo, compartiéndolo. Realmente valoro y valoré que nunca estuve sola.
-Tus hijos, que actualmente son adolescentes, ¿cómo toman lo que pasó?
- Se los conté yo. Con mucha adultez, cada uno lo fue tomando de distinta manera. Yo ya había hecho terapia y ellos también. En casa se habla de todo y siempre con la verdad. Pueden hacer todas las preguntas y  todo lo compartimos.
- ¿Por qué elegiste ser abogada?
- (sonríe) Imaginate que lo elegí a los 13 años. Vas a leer en el libro el por qué. Es una consecuencia, justamente, de lo que me pasó.Hay momentos en que uno se enoja con la vida; que se enoja con todos.
Hoy disfruto mucho de mi profesión. De hecho trabajo mucho en derecho de familia. Me comprometo mucho cuando hay violencia familiar o algún niño que sufre. Mi profesión es una consecuencia natural de lo que viví.
- En una frase muy conocida, los Beatles manifiestan que el mundo sólo necesita amor, ¿crees que es así?
- Creo que sí. Lo digo en el libro: no puedo ver muertos en vida. Yo ya de muertes estoy cansada. La vida es tan linda... Aunque a veces hay que estar en situaciones límites para valorarla.
La autora
Karina  Andrea Gorostiague, nació en Lincoln. Cursó desde el Jardín de Infantes hasta el 5º año en la Escuela Normal Abraham Lincoln (ENAL). Completó sus estudios de abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Es especialista en Derecho de Familia. Está divorciada y tiene dos hijos.
La presentación
El que abrió el acto de presentación fue el Director Académico, Fabián Escudeiro; luego hizo una lucida presentación el prologuista del Libro, Lisandro Meinet; y finalmente la que cerró el acto fue la autora, visiblemente emocionada por tantas demostraciones de afecto.
Finalizada la presentación, uno a uno, los presentes le hicieron llegar sus saludos, posando ante las cámaras amigas.





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